La Señora Morel vivía en el quinto piso de una casa cochambrosa al oeste de la ciudad, con la fachada erosionada por el paso del tiempo y sus balcones inutilizados por su ruina, enmarcados por pequeños azulejos verdes que, rotos, se caían uno a uno cada día, anunciando el paso del tiempo. Tiempo en el que la Señora Morel pasaba en su viejo piso. Pocas casas edificadas como … [Leer más...]