Hay una sombra en la esquina de mi cuarto,
una sombra que me observa, con despecho,
una sombra que me orbita, siempre fiel,
como si no pudiera sostenerse sin mi pecho,
pero a la vez, quisiera arrancarme la piel.
Si me lo propongo, la puedo dejar de ver,
pero permanece, quieta, porque siento su mirada,
me mira expectante, atenta,
esperando firmemente que lo haga,
que haga algo, que no sé muy bien qué es,
y mucho menos sé hacer bien.
Hay una sombra en la esquina de mi cuarto,
y no logro escapar de ella por mucho que lo intento,
a veces me abraza, me sostiene la mano,
pero otras lo hace tan fuerte que me roba el aliento.
Aparece sin que la invite, pero sin querer, la llamo,
viene desnuda, sin preguntas, ni respuestas,
guarda tantas historias que parece estar muda,
y no conoce el camino de ida, ni de vuelta.
Hay una sombra en la esquina de mi cuarto,
cuando quiero gritar, me quita la voz,
cuando quiero llorar, me quita el llanto,
cuando quiero querer, me quita el amor,
cuando quiero ser, me quita el alma,
cuando quiero paz, habita mi calma.
Agarra mis miedos y, con cuidado, los mece,
es amiga de la muerte, pero sabe amar la vida,
y se queda a mi lado, esperando que le confiese,
que esa sombra, en realidad, es la mía.
Estíbaliz Terradillos Alda
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- Hay una sombra - 25 abril, 2024
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