Supo que se había despertado porque alcanzaron su cerebro distintos estímulos auditivos: la cacofonía del tráfico por la ventana abierta; desde la cocina, el entrechocar de la loza, las voces salpicadas de risas de sus compañeros de piso. Sin embargo, no veía nada; entre un párpado y otro había apenas una rendija de claridad. Se llevó los dedos primero al pómulo, debido a un … [Leer más...]