El caos reina sobre la mesa del salón: un minúsculo lapicero, el portátil y su pantalla- víctima de un puntapié, sujeta con esparadrapo al teclado-, un bolígrafo con poca tinta, y el cuaderno repleto de cuadrículas en las que encajar palabras. Difícil tarea, la de escribir. ¿Cómo ordenar las imágenes inconexas de mi mente? ¿Qué coreografía y banda … [Leer más...]