Muchas veces la vi venir de lejos apoyado en el chaflán de aquella esquina. Creía ciertamente en el contorno dorado de sus anclas, en la fascinación augusta del marfil gastado en sus salones, camarotes donde el amor se agota contra el fragor de la monotonía. Algunas mañanas de domingo nos agarrábamos también al barco de la fortuna, viento en … [Leer más...]