canción para mi baby baby baby
no estoy confundida, solamente tengo las manos inquietas:
yo no sé cómo cantar pero escribo
una canción para mi baby baby baby mirándome el ombligo,
sospecho que en realidad nadie sabe cantar
sospecho que lo he perdido todo
europa es el segundo continente más pequeño en términos de superficie
abarca diez millones quinientos treinta mil setecientos cincuenta y un kilómetros cuadrados
tiene un relieve llano que no supera los trecientos cuarenta metros de altura
y los ríos tienen abundante caudal
yo tengo un peine
tengo un jabón
me lavo la cara como si la carne no se pudriera con el tiempo y el tallado
yo tallo mi piel
y me siento salvada,
es Jesucristo quien vendrá a salvarnos a todos con el fuego de la gloria que corre por sus entrañas
europa está colapsando
américa está colapsando
asia está colapsando
todos hemos colapsado, pero poco a poco:
la destrucción comienza desde mis latitudes
aprendo geografía como aprendo a rezar, en ambas busco y ambas me hablan de la renovación y la misericordia
pero esta vez no necesito perdonarme,
he aprendido geografía como aprendí a hablar:
yo pertenezco a este espacio, por lo tanto
me derrumbo
no estoy confundida, estoy frente a un mapa
y me canta,
quiero señalarte dónde están mis muertos:
asiento
y siento
que he entendido todo
mi baby baby baby se mira el ombligo,
me pregunta quién terminará por devorar a quién:
yo lleno mi boca de lugares comunes
como si fuera tierra,
devoro primero
a todos los animales que he sido
para comenzar a ver mi rostro
mi baby baby baby se mira en el espejo
y yo vivo con ella en una jaula:
imagina vivir abrazado
a un reflejo
imagínate vivir con ella
encerrados
como voy buscando, muero:
me abrazo
y a veces quisiera cantar
i warned you
cuando mamá deje de tocar la puerta
y papá deje a las mujeres
cuando me invites una tarde a tu casa
a acariciar al perro a comer con las manos a insultar a toda tu familia
cuando rompa las vajillas las vajillas finas los vasos baratos
cuando guardes una foto mía en la billetera
y dejes de colgar el teléfono
cuando dejes de colgar perros en la puerta de mi casa
porque sé que tú los dejas
a veces
me extrañas, yo sé
que en secreto –muy en secreto- lo haces
sé que odias los perros aunque tienes uno
y me odias porque todos los días vuelvo a aprender tu nombre
como otros nombres
impropios a lo que hemos dicho fuera de las paredes
lo que hemos destruido sobre nosotros mismos
muy abiertamente
tu rostro
en las paredes
cuando dejes setenta y dos mensajes en la casilla de voz
y la voz de la contestadora se vuelva tan familiar para ti
como lo es para mí ahora
cuando te cuelgue
en la puerta de mi casa
en la puerta de mi cuarto
en medio de la madrugada
cuando dejes de cerrar los ojos
cuando dejes de cerrar muy bien los ojos
cerrar los ojos tan fuerte
cuando acabe
cuando acabemos,
ahí
mismo
voy a dejarte
ya verás
Valeria Román Marroquín
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- Los poemas de Valeria - 21 February, 2017
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