• Portada
  • Zona creativa
    • Relato corto
    • Poesía
    • Nuevas literaturas
    • Fotografía e ilustración
    • Entrevista
  • Zona crítica
    • Artículo
    • Ensayo
    • Columna
    • Crónica
    • Editorial
  • Equipo
    • Personas colaboradoras
  • eu
  • es

La Espiral

No es solo una revista

Hace unas semanas me quedé seca como un abrojo

2 noviembre, 2014 by Oihana Fullaondo 1 comentario

10754902_10203825097280148_1075983716_n

Fotografía de Lara Zudaire

 

Hace unas semanas me quedé seca como un abrojo.

Viví entre estudios de Galton, silogismos categóricos,

apotemas y aspectos de la fisiología neuronal que deseo ni me nombren.

Hice el ejercicio justo; levantarme a coger unas galletas,

colocarme bien el flequillo, ensimismarme en tal y tal arruga…

Después tomé puré, zumos, bonito en lata.

Viví una vida que no es mía, me conecté como se conecta

todo hoy en día, un puerto Usb al que los barcos no llegan,

un enchufe, la aguja de un tocadiscos.

Y sólo unas 67 veces tuve intención de escribir un poema

que jamás volví a recordar.

The following two tabs change content below.
  • Bio
  • Latest Posts
Oihana Fullaondo

Oihana Fullaondo

Nací el 14 de mayo de 1988.  288 Yo no soy nadie, ¿y tú?  ¿No eres nadie tampoco?  Entonces somos dos, guarda el secreto.  Ya sabes que podrían desterrarnos.  ¡Es un horror ser alguien!  Pregonarlo lo mismo que una rana que proclama su nombre todo el día  a la admirada charca.  E. Dickinson, traducción de Carlos Pujol.
Oihana Fullaondo

Latest posts by Oihana Fullaondo (see all)

  • Un cordel en observación - 17 abril, 2018
  • De pronto la luz trepa por la pared - 27 marzo, 2018
  • El baile en el que están - 31 marzo, 2015
  • Conversación con Jesús - 9 diciembre, 2014

Publicado en: Poesía Etiquetado como: abrojo, Oihana Fullaondo, poema, poesía, puerto

Comentarios

  1. iñigoiñigo dice

    3 noviembre, 2014 a las 1:06 pm

    Qué finura Oihana. Yo he sentido cosa parecidas y aquellas tardes de estudio, de pronto, se me aparecían por arte de magia versos en procesión, y yo, con los apuntes en el regazo y la sensación de vivir una vida “que no es mía…”

    Me consolaba con atracones de lata de atún (ni siquiera bonito). Y me levantaba al armario de la cocina, a por unas onzas de chocolate negro.

    Me hubiese gustado salir a tomar el aire.

    Reorganizar toda aquella información distraído, paseando, en compañía de alguna amiga.

    Pero no podía.

    Escribiendo como escribes, nunca te quedarás seca como un abrojo.

    Y a mí me consolarás de algunas cosas.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Universidad de Deusto

La Espiral y la Universidad de Deusto no se hacen responsables de las opiniones vertidas por las personas colaboradoras | © 2025 | Privacidad | Acceder