Para aprender a escribir, hay que leer. Esta condición me parece una suerte. Pero sucede que algunos jóvenes van demasiado rápido. Intuitivos, talentosos, apenas leen alguna cosa, se lanzan a la carrera, queriendo decir lo suyo; más tarde, cuando dejen de ser tan rápidos e intuitivos, y descubran que no están solos en el mundo, entonces -si son sensatos- irán interesándose … [Leer más...]